¿Tu familia es hospitalaria, abierta a otras culturas y que les encanta aprender y descubrir cosas nuevas? Si es así, entonces ya que cumples con tres características que distinguen a las familias anfitrionas de los estudiantes extranjeros.

Ser una familia anfitriona de AFS Chile es una oportunidad para abrir las puertas de nuestro hogar al mundo.  Al recibir a un estudiante extranjero, se forman nuevas relaciones que permiten interiorizarse con una nueva cultura y forma de vida. En este proceso no solo el estudiante extranjero tiene la oportunidad de crecer y desarrollarse, sino que la familia anfitriona también se nutre y suma experiencias novedosas y enriquecedoras.

A continuación, te contamos las cinco razones por las cuales deberías ser familia anfitriona:

1. Podrás mirar el mundo desde una nueva perspectiva

Con la integración del estudiante a la dinámica familiar, se amplían las posibilidades de aprender nuevas costumbres y tradiciones que permitirán comprender otras realidades.

2. Será una experiencia enriquecedora

Al estar en constante contacto con otras perspectivas, tu familia cultivará valores como el respeto, la tolerancia, la comprensión y la empatía. Al convivir con una familia anfitriona, el estudiante extranjero tendrá la oportunidad de vivir un proceso de adaptación de nuevos patrones culturales, de una manera divertida, original y amistosa.

3. Se energiza tu rutina diaria

Al vivir esta única oportunidad intercultural, las pequeñas acciones cotidianas se convierten en satisfactorias experiencias que mejoran la convivencia familiar y revitalizan las energías positivas. Compartir con un estudiante que está comenzando a comprender la cultura chilena y aprender el idioma, es una oportunidad que favorece el crecimiento de los miembros de la familia, ya que, apoyando al joven, podrán aprender y desarrollar un vínculo afectivo que sobrepase el tiempo de convivencia.

3. Ayudamos a otros a alcanzar sus metas

Ser familia anfitriona es una oportunidad para ayudar a otros a enfrentar de mejor forma sus desafíos personales. Los padres anfitriones, por lo general, tienen un gran sentido de comunidad que ayuda a desarrollar compromiso y empatía en el estudiante extranjero.

4. Ganamos una amistad de por vida

Cuando se crea este tipo de vínculo, las relaciones suelen durar mucho tiempo. Es así como la amistad entre la familia anfitriona y el estudiante se estrecha, creando un fuerte lazo de por vida.

¿Qué hacer para participar?

Por más de 70 años AFS ha construido puentes de aprendizaje y entendimiento entre personas de múltiples culturas. Por esto, la oportunidad de ayudar a otros y hacer de este mundo un lugar mejor es lo que motiva a millones de familias en todo el mundo a participar en este tipo de experiencia. Si creemos que nuestra familia es la adecuada para contribuir como anfitriona para este intercambio intercultural, puedes inscribirte en cualquier época del año. Además, AFS apoya constantemente a las familias anfitrionas y las orienta durante todo el proceso. De esta manera, se asegura que la experiencia del estudiante y las familias sea la mejor.