¿Quién no ha soñado con conocer los países que conforman Europa Mediterránea? El intercambio escolar aquí es un gancho muy atractivo para cualquier tipo de estudiante, pues la influencia cultural de este territorio ha dejado una profunda huella en casi todos los lugares del planeta, por lo que es posible sentir cierta familiaridad con los panoramas que te ofrecen estas naciones.

¿En búsqueda de razones de peso para estudiar en este lado del mundo? A continuación, conocerás cinco importantes factores para considerar seriamente estudiar en países como Italia, Portugal, Francia, entre otros:

1. Es la mejor manera de conocer la influencia del vasto Imperio romano

Hace varios siglos, el mar Mediterráneo fue el epicentro de la cultura y economía mundial, y el país que dominaba sus aguas también se consideraba el dominador del mundo civilizado.

Este fue el caso del Imperio romano, que tuvo como su más relevante esfera de influencia este importante mar. Es por esa razón que los actuales países europeos que poseen parte de su costa tienen en común la influencia romana.

Algunas de las más llamativas construcciones romanas están en territorios europeos que comparten el Mediterráneo, como son el caso del Coliseo de Roma, el Arco de Constantino, el Panteón de Agripa, el Acueducto de Segovia y la Vía Apia.

Evidentemente, al estudiar en Italia -capital del Imperio- o en países cercanos podrás conocer las más suntuosas edificaciones.

2. La comida mediterránea está entre las mejores del mundo

La cocina mediterránea es de tal riqueza que fue proclamada Patrimonio Inmaterial Cultural de la Humanidad en 2013. Los ingredientes infaltables en cualquiera de estos platos son el aceite de oliva, frutos secos, abundantes verduras y legumbres y pescados y mariscos que se consiguen todos los días del año.

Entre las comidas más afamadas, y que puedes degustar durante el tiempo de estudios en el Mediterráneo, se encuentra el gbejniet (pastelito hecho en Malta) y el ratatouille francés, además de tener la oportunidad de comer una rica pizza en el país especialista, en caso de estudiar en Italia.

3. Las playas del Mediterráneo

Al pasearse por el Mediterráneo es imposible resistirse a la tentación de bañarse en sus aguas. Algunas de las playas más bonitas del mundo están en este lugar: playa Paloma en Francia, Marina Piccola en Italia y Dona Ana, en Portugal, solo por nombrar algunas.

4. El clima mediterráneo es agradable

A diferencia de otros lugares -como Europa del Norte, donde la primera sensación es que el frío dura todo el año-, el clima mediterráneo es templado la mayor parte del año y se caracteriza por veranos secos y calurosos e inviernos lluviosos.

5. Estar en contacto con algunos de los idiomas más utilizados en el mundo

Estudiar en Francia brinda la inigualable oportunidad de aprender uno de los idiomas más importantes para las comunicaciones mundiales. Pero también aquí se hablan otras lenguas ampliamente difundidas en el planeta, como el italiano y el portugués, las cuales puedes asimilar o perfeccionar en el tiempo que dure el intercambio estudiantil.

¡El intercambio escolar a la Europa Mediterránea será una experiencia inolvidable! Estudiar en Francia, Italia o cualquier país del Mediterráneo sin duda marcará un antes y después en tu vida.