¿Es posible que un país pequeño en el corazón de Europa sea atractivo para el intercambio estudiantil? Sí, y Bélgica lo es por la sencilla razón de que todo está al alcance de la mano. De hecho, si alguna ciudad puede ganarse el apelativo de “capital de Europa” es Bruselas, la principal ciudad belga.

Por eso y más, Bélgica es una excelente opción para estudiar en el extranjero y las siguientes son algunas sorpresas que ha reservado este país para los estudiantes de media o secundaria:

1. El idioma de Bélgica: una rica mezcla multicultural

¿Qué se puede esperar de un país que ha sido fuertemente influenciado por holandeses, franceses, austriacos y españoles? Una cultura única y vanguardista, y eso se refleja en los idiomas hablados en esta tierra.

Por ejemplo, en la región de Flandes se habla flamenco -una versión belga del holandés-, pero en otras regiones también se habla holandés, francés e inglés. De manera que no se puede hablar de un “idioma de Bélgica”, sino de una rica mezcla cultural en la que diversas lenguas se hacen presentes.

2. Todo está a dos horas en tren

El sistema ferroviario en Bélgica es moderno, rápido y eficiente, y por las dimensiones del país todo está a aproximadamente dos horas. Podrás estar en el centro de Bruselas y tomar el tren para visitar otras ciudades históricas -como Brujas- y después hacer senderismo en las Ardenas. Además, la distancia con otras ciudades europeas es también de pocas horas en tren.

3. La gastronomía es de fama mundial

La comida es una parte importante de la vida de los belgas, y una de las cosas que más disfrutan los estudiantes extranjeros. Por ejemplo, las papas fritas son únicas en esta parte del mundo (por cierto, el término inglés “french fries” es incorrecto, porque estas papas son belgas). Además, el chocolate gourmet y los waffles belga son una exquisitez.

4. Distintas expresiones arquitectónicas

Si estás pensando en estudiar arquitectura, de seguro te deleitarás al pasear por alguna de las ciudades históricas como Brujas, Amberes o Gante. Por ejemplo, el casco histórico de Gante es uno de los más impresionantes de Europa. También se pueden apreciar vestigios del arte barroco, art nouveau y surrealismo en todos los rincones del país.

5. La tierra de la imaginación y la inventiva

Bélgica puede ser pequeño como país, pero su gente goza de una imaginación e inventiva que ha trascendido las fronteras. Tintín, los Pitufos y Lucky Luke son creaciones de los belgas. Adolphe Sax cambió la música con su genial invento: el saxofón; y el científico informático Robert Cailliau inventó la hoy omnipresente Word Wide Web. ¡Incluso los patines que tanto nos divierten son de origen belga!

Lo mejor quedescubrirarás de esta tierra durante un intercambio estudiantil es que su gente es tolerante, de mente abierta y amable. Sin duda que estudiar en el extranjero será la gran aventura de toda una vida en Bélgica, un país que ha tomado lo mejor de las distintas culturas europeas para crear algo único y original. Por eso Bélgica alberga las más importantes instituciones gubernamentales del continente.