Hablar con fluidez una lengua extranjera y tener la posibilidad de vivir una experiencia de aprendizaje intercultural son los beneficios más evidentes de los programas de intercambio estudiantil.

Pero sus ventajas no se reducen solo a ellos. Irse de intercambio representa un gran desafío a nivel personal, pues en este tipo de experiencias se adquieren conocimientos y se desarrollan habilidades blandas necesarias para desenvolverse de forma independiente en la vida.

Estas son algunas de las principales razones para incentivar a nuestros hijos a vivir una experiencia intercultural:

1. Manejar un idioma extranjero

Aplicar lo aprendido durante años en el aula y los libros de textos a situaciones cotidianas y académicas durante varias semanas, es sin duda la mejor manera de corregir errores, y lograr expresarse con naturalidad y sin temor en una lengua extranjera.

2. Estudiar las asignaturas obligatorias en un sistema pedagógico diferente

Las materias básicas del currículo escolar son similares en los distintos países, sin embargo, cada sistema tiene su propio estilo pedagógico, contenidos obligatorios y modos de enseñanza.

Tener la posibilidad de ver las mismas asignaturas desde una perspectiva diferente puede ser una gran oportunidad para descubrir nuevas capacidades, superar antiguas dificultades académicas y adaptarse a nuevos desafíos intelectuales.

3. Conocer nuevas alternativas de educación superior

Estudiar en un sistema educativo diferente al propio no solo sirve para conocer las asignaturas tradicionales desde una óptica nueva, también otorga una amplia perspectiva al momento de explorar diversas opciones de educación superior y ayudar a encauzar la elección de la carrera que se pretende seguir en un futuro cercano.

4. Salir de la zona de confort

Vivir durante uno o más semestres en el extranjero con rutinas escolares similares, pero lejos de las comodidades cotidianas, es una oportunidad única de desarrollo personal.

Adaptarse a una nueva familia y colegio, establecer nuevas redes de apoyo, administrar un presupuesto y planificar el tiempo de forma eficiente estimula a los adolescentes a ganar autonomía y aumenta su autoestima en la medida en que son conscientes de que pueden superar de forma exitosa los distintos desafíos cotidianos.

5. Mejorar las habilidades comunicacionales

Darse a entender en una lengua diferente a la propia potencia otras habilidades comunicacionales muy importantes, como por ejemplo: hablar en público, escuchar con atención, pensar antes de hablar, expresarse de forma clara y concisa –tanto oralmente como por escrito-, ponerse en el lugar del otro y entender diferentes puntos de vista.

6. Generar nuevas redes de contactos internacionales

A nivel de experiencia de aprendizaje intercultural un programa de intercambio estudiantil fomenta la generación de redes de contactos que se mantienen a lo largo de los años gracias a la interacción que se logra con personas de otras clases sociales, culturas y formas de vida.

7. Desarrollar habilidades blandas

Participar en un programa de intercambio estudiantil es de gran ayuda para desarrollar habilidades blandas necesarias para la vida y el mundo del trabajo, como empatía al tener que relacionarse con estudiantes de orígenes diversos y diferentes al propio, flexibilidad para adaptarse rápidamente a nuevas circunstancias, curiosidad o capacidad de liderazgo, por nombrar solo algunos.

Las experiencias tempranas de intercambio estudiantil representan un gran estímulo a nivel académico e intelectual, pero por sobre todo ayudan a los adolescentes a crecer, descubrir lo que les apasiona, generar sus propias redes de contactos y pensar en su futuro en términos de metas y desafíos.