Estudiar árabe es un excelente reto intelectual para los occidentales. ¿Por qué? Tiene una sonoridad muy particular, su forma de escritura de derecha a izquierda no deja de resultar curiosa y los signos se ven extraños a nuestros ojos.

Atreverse a aprender este idioma es un desafío que puede retribuirnos muchos beneficios ligados a nuestro éxito profesional y al enriquecimiento de nuestra cultura.

Ahora bien, escoger un país adecuado para la asimilación de esta lengua es uno de los factores que condicionan positivamente nuestro aprendizaje. Y, en ese sentido, estudiar en Marruecos significa hacerlo en una de las economías emergentes más importantes de África, con un sistema educativo de calidad y algunas de las mejores universidades del continente.

A continuación, veamos todo lo que ofrece Marruecos a quienes decidan aprender árabe en ese país.

1. Cuenta con una gastronomía exquisita

La gastronomía marroquí es una deliciosa mezcla de diferentes aportes provenientes del norte de África, la cultura árabe y mediterránea. Es rica en condimentos -especialmente el comino-, verduras, diferentes tipos de carne y frutas. Dentro de este último grupo, podemos disfrutar de las codiciadas naranjas marroquíes, las que se encuentran bien catalogadas por su calidad y sabor.

Por otra parte, si viajamos a este hermoso país, nos deleitaremos con el incomparable té de menta, bebida que se consume bajo cualquier excusa.

2. Aprender árabe es la puerta de entrada a 21 países

El árabe es el quinto idioma más hablado en todo el mundo. Sus hablantes se acercan a los 250 millones y además es una de las cinco lenguas oficiales de la ONU.

Estudiar en Marruecos se puede transformar en la puerta de entrada al mundo árabe -representado por 21 países- lo que significa poder vivir experiencias socioculturales edificantes y que nos forman como ciudadanos globales, potenciando nuestra tolerancia y respeto a culturas diferentes.

3. Dominar el árabe tiene ventajas laborales

Muchos países árabes son los protagonistas de la economía mundial. La industria petrolera, por ejemplo, es liderada por varias naciones que poseen esta cultura. Por otra parte, este idioma se usa mucho en el comercio, las finanzas y las relaciones internacionales. Por eso, tener un manejo correcto del árabe nos puede ayudar en la búsqueda de atractivos puestos laborales.

4. Marruecos tiene ciudades únicas para sumergirnos en el idioma

Ciudades destacadas como Rabat, Casablanca y Marrakech son algunas de las bellezas urbanas de Marruecos. En Rabat existe una atractiva conjunción de modernidad y de tradición, representada por la innovación en la arquitectura de edificios y la antigüedad de monumentos, plazas y hermosos jardines.

5. El árabe es una biblioteca viva de 2.000 años

Gran parte de la historia de la humanidad ha sido protagonizada por los pueblos arábigos. Por eso, poseen un legado literario y científico que se remonta a miles de años. Aprender árabe nos permite acceder a un enorme caudal de conocimiento en su lengua de origen, desde clásicos de la literatura –Las mil y una noche o el Corán- hasta obras que se refieren a la investigación matemática.

Estudiar en Marruecos es una de las formas más eficaces de comprender la vasta cultura árabe. Por otro lado, incluir en el currículum el dominio de este idioma, aumenta las posibilidades de que tengamos éxito en el ámbito laboral. De ahí que escoger un programa de calidad que nos permita desarrollar habilidades en esa lengua es una de las claves para hacerlo con éxito.