Paulina_Adriazola

Hace algunos años ya, fui de intercambio a Alemania (2011 – 2012) y puedo decir que fue una vida en un año. Al momento de salir del aeropuerto Arturo Merino Benítez de SCL, comprendí que mi vida no iba a hacer la misma. Ya al llegar a Alemania comenzó la aventura, sentía mucha ansiedad por conocer a mi nueva familia y disfrutar todo lo que pudiese realizar en Alemania. Con un grupo de chicos que vivirían en Bavaria tomamos un tren junto a los Voluntarios de AFS para llegar a nuestro destino final donde conoceríamos a nuestras familias anfitrionas.

Al llegar a Augsburg y ver a mi familia anfitriona sentí asombro y un poco de temor por cómo sería vivir con ellos o que pensaban de mí, sobre tener a un extranjero en su casa, entre otras cosas. Lo más sorprender fue cuando Alexandra, mi madre anfitriona me recibió con un beso en la cara (los alemanes saludan con un apretón de manos a los desconocidos) y tomando mi maleta nos fuimos a Schiltberg, donde viviría por el resto de mi intercambio o eso era lo que esperaba.

Al transcurrir los meses ya me había adaptado al choque cultural que había vivido las primeras semanas y cada vez iba tomando más apego a mi familia, pero ocurrió lo que no tenía que pasar, la falta de comunicación provoco un mal entendido en la familia anfitriona por lo que tuve que cambiar de familia. Me sentí triste y sola Estar tan lejos de mi familia en Chile y enfrentar todo eso, me hizo madurar y hacerme más fuerte.

Ya habían transcurriendo tres meses, no podía creer cuán rápido pasaba el tiempo. A las 3 semanas de haberme ido de la primera casa en la que estuve, AFS encontró una familia con la que permanecí hasta el final de mi intercambio. Ahora viviría en la ciudad de Augsburg a 30 minutos de München. Gabriela y Volkmar Thumser eran mis nuevos padres, tenía cuatro hermanas, de las cuales una se había ido de intercambio a Ecuador y teníamos la misma edad. A la familia le agradezco eternamente por su cariño y paciencia.

Disfrute mucho mi intercambio y lo volvería a repetir, hice fuertes amistades de las cuales recuerdo con mucho cariño y estimación. Si pudiese retroceder en el tiempo volvería a vivir la experiencia de AFS.