nicole1

Irme de intercambio siempre fue una meta a largo plazo desde que entré al liceo, y aunque al principio siempre tuve opciones de ir a Italia o Japón, terminé viviendo en un país prácticamente desconocido para todos, incluyéndome, por lo que no llegué a tener muchas expectativas.
Este país me dio muchas lecciones de vida; me enseñó a valerme por mi misma, me regaló una hermosa cultura y fue donde tuve el gran año de mi vida. Ese país fue: Malasia.

Desde un principio todo fue divertido y extraño a la vez, porque al ser un país multicultural las cosas cambian… y mucho! Aunque sea por un pequeño detalle, todo se transforma en algo nuevo.
Recuerdo, que el primer día cuando llegué, me miraban extrañados, como pensando: ¿Esta chica de dónde salió? La comida, fue el susto más grande de mi vida, yo sólo tomé “al ojo” lo que me parecía más familiar ¡gran error!, fue lo más picante que pude haber comido hasta ese entonces.
Y así como fueron pasando los días, me daba cuenta que tanto como mi familia malaya y mi colegio eran geniales. Vivía en un pueblito llamado Lunas, donde todos se conocían y siempre habían actividades o cosas por hacer en comunidad. Por ejemplo, formé parte de los “Kadet Polis” (cadetes de policía) durante un tiempo y puedo jurar que son el grupo más esforzado que he visto en mi vida.
Las clases, a pesar de que yo estaba un año adelantada, no fueron fáciles dado que aprender malayo no es nada sencillo y hay muchas palabras que se parecen y ¡uno se confunde!

nicole2

Tomé costumbres que nunca pensé tomar, como comer comida picante (curiosamente se volvió mi favorita ahora), decir expresiones en árabe, andar sin zapatos por la casa, estar en casa antes de las 7 de la tarde. Cosas sencillas que cambian toda una rutina de años, pero la que más me impacto y hasta el día de hoy suelo hacerlo a veces; fue comer con la mano derecha, sin utensilios ¡solo con mi mano!

Pero no siempre fue todo sencillo. Tiempo después tuve otra familia, también malaya. Fue un cambio radical, pues pasé de un pueblo; donde iba a todas partes caminado, a una ciudad grande; donde empecé a usar los buses, taxis, etcétera, y era necesario saberse las calles sino estás perdido instantáneamente. También cambió mi entorno; los 4 meses que pasé en Lunas mejoré mucho mi inglés, ya que casi nadie hablaba malayo, pues también habían chinos e indios y usaban sólo el inglés. Pero cuando llegué a mi familia de Alor Setar, sólo mi “Ayah” (padre) hablaba inglés, pero yo pasaba más tiempo con mi “Ibu” (madre) y en mi colegio, lo que me ayudó a mejorar mucho el poco malayo que manejaba, llegando a hablarlo mucho más fluido.

nicole3

Pasé por muchas cosas; las más memorables fueron: el Año Nuevo Chino y el Hari Raya. Como ya mencioné, Malasia es un país multicultural y el año nuevo chino no fue una gran fiesta, pero me agradó poder captar lo esencial de ella, como por ejemplo; las figuras rojas para la buena suerte, las galletitas y los “ang pow” que son los famosos sobres rojos con dinero. Hari Raya es una gran celebración musulmana, pero a pesar de no profesar tal religión, mi familia me incluyó en todo lo que hacían, que no fueron pocos. Otras ocasiones memorables fueron los viajes de fin de semana con los otros tres estudiantes de intercambio y se disfrutaban mucho junto con los desayunos de “Roti Canai” (pan plano, similar a una torilla) o “Nasi Lemak” (plato típico de Malasia; arroz cocinado en leche de coco con hierbas locales).

nicole4

En la vida uno siempre se encuentra con muchos desconocidos y el año pasado fue cuando más desconocidos aparecieron, pero ahora son mis desconocidos favoritos; mi familia, mis compañeros de curso y mis amigos de AFS; en especial dos personitas: Sophia y Luise.

Ahora que estoy de vuelta en mis tierras, puedo decir que con todos los pros y contra, y a pesar de que todo el mundo me decía: “¿Para qué vas a ir a Malasia, si nadie lo conoce?”, puedo decir que fue un año excelente y que no me arrepiento de nada, pues como siempre me dije: “Los desafíos son para tomarlos”.
Y espero volver, crear más recuerdos, como los de esta INCREÍBLE experiencia.